
Hola, soy Richard. En este blog comparto pensamientos, historias personales — y en qué estoy trabajando. Espero que este artículo te aporte algo de valor.
Cómo me convertí en un niño otra vez
Richard Golian30 de marzo de 2019 English Français Slovenčina
Le pregunto a mi madre: « ¿Por qué? »
Ella responde: « Porque es así. »
Vuelvo a preguntar: « ¿Por qué? »
Ella repite: « Porque así debe ser. »
Y yo, de nuevo: « Pero, ¿por qué debe ser así? »
Así fue como comencé a descubrir el mundo.
Luego, al ingresar en la escuela primaria, ya no convenía preguntar: estudiábamos y presentábamos exámenes, entregábamos trabajos… pero eso no impedía que quisiera entender las cosas a fondo.
Con el tiempo, dejé de preguntar. Buscaba y aceptaba respuestas claras y verdaderas, convencido de que todo era conocible.
La secundaria reforzó esa mentalidad: se imponía una única definición y un solo término, o nada contaba. Esta rigidez alcanzó su punto máximo durante mi último año de secundaria y mi primer año de universidad, cuando debatía sobre historia o política y me peleaba con mis seres queridos, a pesar de que normalmente evitaba los conflictos.
En mi segundo año de universidad se produjo un cambio gradual: pasé de «estoy convencido de» (certeza) a «pienso que» (opinión) y finalmente a «me pongo a pensar» (reflexión). Fue como volver a un mundo al que ya había ido: un mundo sin verdades fijas.
Empecé a preguntarme: «¿Por qué debe ser así?» o, más precisamente, «¿puede realmente responderse esta pregunta?». Y si no, «¿tiene sentido planteársela?». A veces sí; otras, ya no le veo sentido.
Y, en cuanto a la gran pregunta — «¿Qué es realmente conocible?» — hoy respondo simplemente: «No lo sé.»
Continuación: Duda vs. Determinación: Encontrar el Equilibrio Adecuado

Si tienes pensamientos, preguntas o comentarios, no dudes en escribirme a mail@richardgolian.com.