La Salud Primero: No Puede Ser Solo una Frase
Richard Golian21 de diciembre de 2024 English Slovenčina
El final de 2024 se acerca, y me encuentro en un tren, rumbo a mi ciudad natal para pasar las fiestas con mi familia. En unas pocas horas estaré en Banská Bystrica, un lugar que ocupa un lugar especial en mi corazón. Mientras estoy aquí sentado, reflexiono sobre lo que 2024 me ha enseñado y los desafíos que me esperan en 2025.
La Gran Lección de 2024
Al pensar en lo que 2024 me enseñó, mi mente inicialmente se centró en los típicos desafíos: errores profesionales, problemas personales o dificultades en las relaciones. Sin embargo, ninguno de estos se comparó con una revelación más amplia: la salud—mi propia salud—ha sido descuidada.
Sí, sé lo que estás pensando. Todos saben que la salud es importante; es algo obvio. Y para quienes me rodean, probablemente parecía que yo también lo entendía. A menudo les decía a mis colegas: "La salud es lo primero", siempre que enfrentaban un problema. Pero aquí está la incómoda verdad: yo no vivía según mis propias palabras.
En mi vida profesional, reacciono rápido cuando surgen problemas: una discrepancia en los datos, un error inesperado o un asunto sin resolver. Estos desafíos pueden frustrarme, pero también me motivan a intervenir y resolverlos de inmediato. Entonces, ¿por qué no respondo con la misma urgencia cuando se trata de mi salud? ¿Por qué no presto atención a las señales de mi cuerpo y las tomo en serio?
Al hacerme estas preguntas, las respuestas fueron impactantes. No había justificación ni excusa para mi descuido. Fue una dura realidad aceptar que la irresponsabilidad con la que he tratado mi salud es imperdonable.
El Mayor Desafío para 2025
De cara al futuro, sé que solo un Richard saludable podrá dedicarse plenamente a las cosas que ama y aportar valor a quienes lo rodean. Por eso, a partir de ahora, me comprometo a un enfoque diferente.
Desde este momento, trataré mi salud como un proyecto de máxima prioridad. Esto significa hacer una lista completa de tareas, establecer plazos claros y responsabilizarme a mí mismo. Necesito escuchar las señales de mi cuerpo, priorizar un sueño saludable y adoptar prácticas que nutran mi bienestar físico y mental.
Mi cuerpo y mi mente me han llevado hasta aquí, y es hora de darles el cuidado que merecen.